Por qué usar madera
La Madera
Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la madera, elemento central de nuestra actividad, no sólo es parte de la naturaleza, sino que su utilización es beneficiosa para ella. Además de ser un material ecológico, reúne otra serie de propiedades, como resistencia, durabilidad, adaptabilidad, versatilidad, etc., que la convierten en uno de los referentes del hábitat, la decoración, la construcción y los envases y embalajes del siglo XXI.
ALGUNAS RAZONES PARA UTILIZAR MADERA...
► La madera aporta confort. Las casas de madera proporcionan una agradable sensación de confort a sus habitantes, ya que este material:
• Mantiene un equilibrio higroscópico con el medio, tomando o cediendo humedad. Por ello, la presencia de madera en una vivienda regulariza la humedad del medio interior.
• Gracias a su porosidad y elasticidad, presenta una buena absorción de las ondas acústicas, lo que se traduce en una reducción de la reverberación de las ondas sonoras y en una mejora del confort acústico interno de los edificios.
• Es un buen aislante térmico, lo que reduce el consumo de energía, al moderar las fluctuaciones térmicas del interior.
Un estudio desarrollado por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), centro concertado de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), para el proyecto ‘Vivir con Madera’ ha sacado a la luz numerosas evidencias científicas que permiten demostrar que las viviendas con madera en su interior y estructura contribuyen de forma eficaz a mejorar la salud de los moradores, al optimizar las condiciones de clima interior (regulación de temperatura y humedad relativa), acústicas (al reducir las reverberaciones) y hasta psicológicas (derivadas de la sensación de contacto con productos naturales, absorción de radiaciones electromagnéticas, etc.). Para ampliar la información sobre estos aspectos se recomienda acudir a la publicación de ‘Madera y salud’, así como al resto de la línea editorial del proyecto ‘Vivir con Madera’.
► La madera desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático. Un mayor uso de productos de madera provenientes de una gestión forestal sostenible estimula la expansión de este tipo de bosques y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
► La madera es la mejor opción ambiental para estructuras de todo tipo. La construcción de madera necesita menos energía y produce menos impactos ambientales a lo largo de todo el ciclo de vida del producto.
► Es el único material que reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera. Según el Centro Nacional de Desarrollo de la Madera de Francia (CNDM) un m3 de madera empleada en la edificación significa la retirada de 1,6 toneladas de CO2 de la atmósfera (por sí misma almacena 1 tonelada, el resto viene del efecto sustitutorio de otros materiales emisores).
► Regulación del ciclo hidrológico. Las raíces de los árboles absorben el agua y los minerales del terreno, bombeándolos por toda la estructura vascular interior (en forma de savia bruta) hasta las hojas, donde se lleva a cabo la fotosíntesis.
► Protección frente a la erosión hídrica y eólica. La cubierta forestal frena a las gotas de lluvia en su caída libre desde las nubes haciendo que el impacto contra el suelo sea menos violento y que éste se desagregue y sea arrastrado por el agua en su discurrir por la superficie (escorrentía). La menor velocidad de circulación del agua favorece también la mejora de su captación por el suelo, incrementando de este modo la tasa de recarga de los acuíferos.
► Mantenimiento de la vida silvestre y la biodiversidad. En los bosques y plantaciones forestales, la fauna y flora encuentran refugio y alimento, siendo tan sólo el vértice de una pirámide trófica mucho más rica, en la que bacterias, hongos e invertebrados juegan un importantísimo papel.
► La madera es un recurso natural, abundante y renovable. Las prácticas responsables de manejo forestal garantizan que el suministro de madera no sólo sea sostenible, sino que además esté en crecimiento.
► La gestión forestal sostenible es fundamental, porque de esta manera se protegen los recursos naturales: agua, suelos, aire, paisajes y ecosistemas únicos y frágiles; se mantienen las funciones ecológicas y la integridad de los bosques y se protegen las especies amenazadas o en peligro de extinción.
► El consumo de los productos de madera incrementa los depósitos de carbono almacenado en los árboles, facilitando el cumplimiento de los compromisos del protocolo de Kyoto.
► La madera es un material sano y agradable. Mantiene las condiciones térmicas en las viviendas y modera las fluctuaciones de humedad, lo que contribuye a frenar el calentamiento global, ya que reduce las necesidades de consumo energético de las viviendas.